Hoy hace 117 años entró en operaciones el primer horno alto de la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. iniciando con ello, la industrialización siderúrgica de América Latina y el norte de México y en Parque Fundidora, conmemoramos dicho acontecimiento contando su historia.
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Entre 1901 y 1902, la Compañía William B. Pollock Co., EE.UU., suministró todo el armazón de acero a la siderurgia regiomontana y fue instalada por la William Tod Company, ambas de Youngstown, Ohio. Finalmente, en la ceremonia del vaciado de arrabio del Horno Alto Nº 1 efectuada el 7 de febrero de 1903, estuvieron presentes, los fundadores de la empresa: Vicente Ferrara, Antonio Basagoiti, LeonSignoret y Eugenio Kelly. Así como empresarios regiomontanos que invirtieron en la acerera. El día en que se encendió el Alto Horno hubo una procesión con la Virgen Guadalupana al frente de la comitiva que fue presidida por el Sr. Arzobispo de Monterrey, encargándose doña Sara Milmo, hija de don Patricio Milmo como madrina de aquel impactante acto del encendido. Este hecho vendría a marcar el inicio de la industria siderúrgica en América Latina.
A través de su historia, el Alto Horno fue operado por norteamericanos que dominaban la técnica de la operación, siendo Frank M. Kernan, Antonio Kettel, F.J. Collins, E.P. Basset y Dot J. Felkel quienes legaron su experiencia sobre el manejo y obtención del arrabio a los primeros fundidores mexicanos: Jesús Hernández, Julio Coronado, Bartola Luna, entre otros que dejaron huella en ese departamento.
Finalmente, el 22 de diciembre de 1967 concluyó sus operaciones para dar paso a la inauguración de un tercer Horno Alto de mayor capacidad y totalmente automatizado. En 1978, la Sociedad Americana de los Metales, designó al primer Horno Alto de Fundidora Monterrey, “Monumento histórico relevante” en América Latina.
El 11 de septiembre de 2009 el Alto Horno N° 1 fue declarado Monumento Artístico de la Nación.
Por Hist. Alberto Casillas Hernández
Jefe del Archivo Histórico de Fundidora